Esta afirmación es demasiado genérica para ser objeto de un análisis técnico completo. Hay algunos puntos que están detrás de esta afirmación:
Los neumáticos importados suelen equipar vehículos importados, que generalmente utilizan neumáticos de perfiles muy bajos y que, en su mayoría, son más susceptibles a burbujas en los laterales. Claramente, sin embargo, neumáticos con perfiles más altos también están sujetos a burbujas.
Algunos neumáticos importados no utilizan refuerzos laterales que los dejan menos resistentes a las burbujas. Sin embargo, esto no es un factor determinante: los neumáticos con refuerzos laterales también son susceptibles a las burbujas y neumáticos nacionales también sufren con este problema.
Es cierto que sólo el país de fabricación del neumático no es suficiente para determinar su resistencia a las burbujas y daños laterales. Neumáticos fabricados en el exterior pueden recibir muchos refuerzos y neumáticos fabricados localmente pueden poseer pocos refuerzos, y ambos están sujetos a los mismos daños.
La presencia o ausencia de refuerzos no está vinculada a la calidad del neumático. La utilización de refuerzos también tiene sus pros y contras, por lo que no se utilizan en el 100% de los neumáticos fabricados, independientemente del fabricante.
Las burbujas y los daños laterales no son causados por problemas de fabricación ni por la construcción del neumático. Son, en el 100% de los casos, causados por impactos y contactos laterales con agentes externos, o por problemas de montaje. La correcta calibración del neumático sin duda reduce el riesgo de sufrir este tipo de daño.