Cuando hablamos de equilibrio debemos tener clara la idea que tenemos un conjunto de componentes que deben trabajar juntos para tener una rueda balanceada: Neumático, rueda, válvula y contrapesos. Observe que el neumático no está solo en esta situación.
Hay dos tipos de desbalanceo: El estático y el dinámico. El primero hace que el conjunto "golpea" en sentido vertical, dando la impresión de rueda cuadrada. El segundo causa una tendencia de "shimi", y el volante vibra de un lado a otro.
En la práctica, difícilmente se encuentra uno de estos desequilibrios en la forma pura. Ambos se encuentran mezclados, exigiendo contrapesos diferentes en los lados interno y externo y en posiciones también diferentes de 180°. Observe que el neumático también debe girarse en la rueda para encontrar la posición de mayor equilibrio, teniendo en cuenta también la posición de la válvula.
Consejos para facilitar el balanceo en casos críticos:
- No concentrar los contrapesos en un solo lado de la rueda,
- Balancear pegando contrapesos en el centro de la rueda y haciendo sólo un acabado en la brida;
- Utilizar la máquina en la sensibilidad máxima.
- Primero utilizar un equilibrador de columna para la corrección separada rueda-neumático,
- Montar la rueda en el cubo del vehículo atentando para el buen centrado de ésta.
- Terminar el balanceo con el balanceador local, para la corrección de cualquier residuo estático, debido al montaje del conjunto en el vehículo.