Los neumáticos deben ser siempre calibrados semanalmente, aún fríos. Como orientación sólo, se puede considerar que los neumáticos están fríos cuando el vehículo permanece parado por lo menos una hora o no ha girado más de 3 km a velocidad reducida.
La seguridad se pone en peligro cuando un vehículo rueda con neumáticos con una presión inferior al mínimo recomendado por el fabricante. La presión insuficiente impide que la banda de rodaje tenga un contacto total con la pista, exigiendo más de los hombros del neumático. En este escenario, la distancia de frenado es mayor, perjudicando incluso el control sobre la dirección.