Los neumáticos tienden a ser blanqueados o grisáceos cuando se almacenan en determinadas condiciones. Esta reacción se denomina blooming.
Esto ocurre, pues, la cera añadida al caucho del lateral del neumático, que tiene el objetivo de protegerlo contra la acción del ozono y de la radiación UV, migra a la superficie del caucho, cambiando su color. Este es un fenómeno normal y previsto, que no compromete en nada a rendimiento, el confort, la seguridad o la durabilidad del neumático.
Obsérvese que los neumáticos tienen recomendaciones específicas de almacenamiento, no pudiendo ser almacenados bajo temperaturas elevadas o exposición al sol.
Las paredes de los neumáticos también pueden tomar un tono blanquecino o grisáceo cuando se someten a grandes deformaciones, como durante los procesos de montaje.
Continental recomienda que todos los neumáticos (incluido el repuesto) que hayan sido fabricados durante más de diez años, sean reemplazados por neumáticos nuevos, incluso cuando los neumáticos parezcan estar en buenas condiciones.