La realidad es: no existe "desgaste prematuro".
A medida que un neumático puede alcanzar es relativo y varía de acuerdo con factores ya divulgados por la prensa especializada, como: peso del vehículo, trayectorias, estilo de dirección, alineación y geometría vehicular, torque del vehículo y hasta algunos menos divulgados, como tipo de (automática, manual) y estacionalidad (período de lluvias, por ejemplo).
Algunos modelos de neumáticos se aplican en vehículos con mucha potencia y que pueden alcanzar altas velocidades. Tales neumáticos usan más rápido, pues esta es una consecuencia física natural de un neumático que ofrece mayor adherencia.
Los vehículos equipados con motores de alto torque y con transmisión automática también usan neumáticos más rápidamente, ya que en ciertas maniobras, como el kick down, cuando el conductor presiona el acelerador rápidamente para una reanudación, el cambio automático reduce las marchas y transmite una cantidad muy grande de torque sobre los neumáticos, lo que los obliga a transferir toda esta energía al suelo a través de fricción y de su adherencia.
Los neumáticos de paseo pueden girar de 5.000 km (neumáticos U-UHP, o que giran en track days) hasta
- o 100.000 km (neumáticos con bajísima solicitud). Hay casos extremos, como los neumáticos del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, que deben ser reemplazados cada 4.000 km.
Observe que la perfecta alineación de la suspensión del vehículo evita arrastre del neumático, lo que acaba por evitar desgastes irregulares y reducción en la vida útil del neumático.
Es importante considerar que la "durabilidad" es sólo unas de las decenas de rendimiento que los neumáticos deben entregar. Neumáticos con alto nivel de adherencia, alto poder de frenado y baja resistencia al rodaje tienden a presentar kilometraje menor.