Es verdad que neumáticos cerca del límite de durabilidad (profundidad de los surcos cerca de 1,6 mm) presentan resistencia al rodaje menor que neumáticos nuevos, pero eso está lejos de ser una buena razón para utilizar neumáticos muy próximos a su fin de vida.
Los neumáticos gastados presentan gran deficiencia de drenaje de agua, quedando más sujetos al aquaplanaje y también están más susceptibles a agujeros.
Al contrario de lo que pueda parecer, los neumáticos viejos pierden adherencia también en pista seca. Desafortunadamente la confusión con la apariencia de neumáticos del tipo slick lleva a una conclusión equivocada.