Continental utiliza reglas robustas y consolidadas por décadas de experiencia para el diseño y construcción de sus neumáticos. Ellos reciben todos los refuerzos estructurales y componentes de cubierta necesarios para satisfacer las demandas de los mercados y vehículos en los que se aplican. Las pruebas comparativas y los ensayos de laboratorio son constantemente realizados y siempre apuntan a un desempeño aliñado con las demandas del mercado y, a menudo, superior de sus competidores.
Todos los neumáticos ofrecidos en el mercado, siendo ellos fabricados localmente o no, pasan por el tamiz de un cuerpo de ingeniería que verifica sus características de construcción y desempeño para asegurar que sólo se ofrezcan neumáticos adecuados. Ningún modelo o especificación de neumático se ofrece en el mercado sin un análisis del equipo técnico.
Neumáticos OE (Original Equipment), durante su fase de desarrollo, también pasan por este análisis, teniendo en cuenta que las automotrices listan todos los mercados en los que el vehículo en cuestión será ofrecido, luego las demandas de esos mercados se toman en consideración durante el proyecto de un neumático también.
Las burbujas y los daños laterales no son causados por problemas de fabricación ni por la construcción del neumático. Son, en el 100% de los casos, causados por impactos y contactos laterales con agentes externos, o por problemas de montaje. La correcta calibración del neumático sin duda reduce el riesgo de sufrir este tipo de daño.