La rotación es una de las principales medidas de mantenimiento, contribuyendo decisivamente a la prolongación de la vida útil del neumático. En realidad, la inversión de posición entre los neumáticos que giran en los ejes delantero y trasero de los vehículos trae innumerables beneficios. Cuando se efectúa en los intervalos de tiempo recomendados, contribuye a mantener uniforme el desgaste de los neumáticos, proporciona mejor estabilidad, especialmente en curvas y frenadas, colaborando también para una mejora en el desempeño global del vehículo.
A lo largo del tiempo, los neumáticos sufren diferentes esfuerzos y por eso acaban presentando desgastes no uniformes. El cojinete debe ser adoptado con el objetivo de amenizar o de ecualizar esas diferencias. Se toma como ejemplo un carro con tracción delantera, verificamos que los neumáticos delanteros tienen las funciones de acelerar, frenar y girar el vehículo. Por eso, sufren desgaste mayor que los neumáticos del eje trasero.
En este tipo de vehículo, el rodillo se hace invirtiendo la posición de los pares delanteros y traseros. Los neumáticos traseros se colocan delante y viceversa. Para el caso de incluir el estepa en el rodillo, se recomienda montar en la delantera derecha, guardándose como estepa el neumático de la misma posición, normalmente el que más se desgasta en función de la tracción delantera de los vehículos y de la construcción de las calles y carreteras , que por regla general "tiran" el coche hacia esa dirección.
En el caso de los coches de tracción trasera, se cambian los neumáticos traseros hacia adelante en línea recta y los neumáticos delanteros hacia atrás de forma cruzada. Los vehículos con tracción en las cuatro ruedas tienen la "X" como estándar del rodillo: el neumático izquierdo trasero es sustituido por el derecho delantero y el neumático derecho trasero por el izquierdo delantero. Utilitarios, modelos deportivos y de lujo, deben seguir el estándar informado en el manual del propietario, pues pueden considerar otros factores determinados por el uso y operación del vehículo.
Es recomendable que la rotación se efectúe cada 5.000 o 10.000 km, aunque los neumáticos no presenten signos de desgaste. También se debe hacer si el usuario percibe alguna diferencia en la uniformidad del desgaste de la banda de rodaje. Es imprescindible que se mantenga la posición correcta de montaje de los neumáticos (debido a la posible asimetría de los diseños de la banda de rodaje), además de sus respectivos sentidos de giro (diseño unidireccional).
La rotación debe ser entendida por el propietario del vehículo como un procedimiento preventivo, y no correctivo. Para comprobar cuál es el método aconsejado para su coche, consulte el manual que presenta, en detalle, esta recomendación.
Es importante tener conciencia de que la rotación de los neumáticos no puede por sí sola corregir los problemas de desgastes causados por partes mecánicas averiadas o por el uso de los neumáticos con presiones diferentes de las ideales para determinada operación del vehículo.
¡Atención al neumático de repuesto!